‘Burnout’ maternal: no es la crianza sino el contexto

El pasado 5 de febrero, EL PAÍS publicaba un reportaje de Diana Oliver en el que analizaba las causas que están detrás del burnout maternal, un término de uso común, pero no clínico, que describe la intensa fatiga física y emocional debido a las altas exigencias de la crianza. El concepto nació para explicar los efectos de la cronificación del estrés laboral en el ámbito sanitario y ha sido objeto de diversos estudios desde hace cuatro décadas. Pero fue Denis M. Pelsma quien realizó en 1989 la primera investigación —Parent burnout: Validation of the Maslach Burnout Inventory with a Sample of Mothers (Burnout parental: Validación del Maslach Burnout Inventory con una muestra de madres, por su traducción al español)que aplicó la teoría del burnout al contexto de la crianza.

“Este fenómeno no es solo una cuestión individual, sino que responde a condicionantes históricos, políticos y sociales” señalaba Jazmín Mirelman, psicóloga general sanitaria y docente del curso Abordajes clínicos en salud mental perinatal del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid, quien junto a Noelia Extremera, también docente en los grados de Logopedia y Psicología en la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), aportó algo de luz a esa habitación llena de sombras que es la maternidad y la crianza.

Porque, como bien recordaban las psicólogas, y como lo hacen visible cada día las mujeres que atraviesan la experiencia, no hay nada más colectivo que lo que nos ocurre a nivel individual.

Puedes leer el artículo completo en este enlace.

 

Diana Oliver
Es periodista y escritora. Colabora en EL PAÍS desde 2017 en la sección Mamas & Papas, y puntualmente en Salud y Formación. Ha participado en ‘La Ventana’ de la Cadena SER con la sección ‘A que voy yo y lo encuentro’. Autora del ensayo ‘Maternidades precarias’ (ARPA), sobre los retos de la maternidad actual, y de varios libros infantiles.

 

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