Las redes sociales pueden convertirse en un auténtico campo de batalla ante temas de cierta sensibilidad. En la blogosfera maternal/ paternal no son pocos los conflictos de los que podemos ser testigos pero no podemos olvidar que las redes sociales son un medio público y, como tal, todo el mundo tiene acceso a ellas, quedando registrada nuestra actuación por el fin de los días. ¿Sabemos cómo actuar en el caso de vernos metido en un conflicto en redes sociales? ¿Podremos resolver una crisis sin ayuda de terceros?
¿Es posible la resolución de conflictos en redes sociales?
No es raro ver como algunas personas entran en polémicas y discusiones en todas las redes sociales. Y decimos todas porque, aunque hay unas más propensas que otras a servir de escenario, lo cierto es que no hay ninguna red social que se haya librado de presenciar un conflicto. Lo vemos especialmente en los comentarios de publicaciones en Facebook o Intagram y en hilos conversacionales en Twitter. Personas a título personal, páginas o grupos realizan una publicación y ¡zas! Una o varias personas inician el debate, se ofenden o contraatacan. El problema viene cuando esos comentarios suben de nivel y comienzan a tornarse peligrosamente irrespetuosos.
Solucionar este tipo de conflictos en redes sociales no es una tarea fácil ya que entran en juego muchas sensibilidades y opiniones y creencias muy diversas que chocan de lleno unas con otras. Eso, unido a la educación de las personas que intervienen en el conflicto así como a su capacidad de aguante o escucha, hacen que en muchas ocasiones la resolución pueda ser más que complicada. De hecho, muchas veces el conflicto termina por propio aburrimiento de los participantes y no por un entendimiento real entre los mismos.
Tips para no entrar en conflictos
– El valor de la tolerancia. En las redes sociales, al igual que hacemos en nuestra vida offline, acostumbramos a rodearnos de personas con pensamientos e inquietudes parecidas. Ser una persona tolerante y entender que no todo el mundo piensa como nosotros es una de las primeras premisas que debemos tener en cuenta en la vida y, como reflejo y multiplicador de ésta, en las redes sociales. Nuestra opinión no es más válida que la de nuestro vecino, por mucho que nos empeñemos en que así sea.
– El poder de las creencias. Muchas actitudes nuestras están fundadas en creencias que tenemos hacia la percepción de un hecho por parte de los demás. Incluso, a veces nosotros también ofendemos con lo que decimos, sin que haya intención por nuestra parte. Las creencias dominan nuestros actos pero poco tienen que ver con la realidad en muchas ocasiones.
– Saber parar a tiempo: A veces, conversaciones en apariencia inocuas acaban subiendo de temperatura y deveniendo en discusiones en las que se eleva el tono más de lo normal. En estos casos, en pleno in crescendo, es importante tener la frialdad para pararse y ver si ésa es la forma de solucionar el conflicto.
– Piensa en offline: ¿Te pondrías a insultar a una persona que no piensa como tú en plena calle? ¿Le gritarías y le faltarías al respeto delante de cientos de personas? Es muy probable que tú respuesta sea un «no». Por educación y porque tu imagen personal está en juego. Entonces, si no lo harías a pie de calle, ¿por qué lo ibas a hacer en Twitter? Antes de perder los papeles, piensa en offline. Tu imagen y tu reputación también se crean en las redes.
– Ingenio y humor. Valorar las críticas en redes sociales con cierto humor o ingenio demuestra una mayor capacidad en la resolución de conflictos. Muchas veces tomamos como algo personal cosas que ni siquiera nos atañen a nosotros, por lo que es mejor restarle importancia y responder con un toque de ingenio.
¿Os habéis visto envueltos en algún conflicto en redes sociales? ¿Cómo lo habéis solucionado?