Manual del buen diseño
Por Sandra Romero
¿Te has preguntado alguna vez cuáles son las características que debe tener un buen diseño? Si lo has hecho y has llegado hasta aquí, a continuación te cuento algunas de mis conclusiones.
En primer lugar, un buen diseño debe ser funcional, es decir, debe cubrir una necesidad pero, además, debe transmitir sensaciones. Sólo un buen diseño conseguirá que el público objetivo se identifique con él. Un buen diseño no lleva adjunto un texto explicativo con instrucciones sino que habla por sí mismo.
Por otro lado, debe ser lo suficientemente visual como para que el espectador pueda retenerlo en su memoria. No podemos olvidar que, al realizar un diseño, ciertamente estamos desarrollando un ejercicio de comunicación de valores: los de nuestra marca. Si tuviera que elegir tres términos para definir un buen diseño, probablemente me quedaría con INNOVACIÓN- RECUERDO- SOLUCIÓN.
El buen diseño tiene que ser capaz de sumar y de sorprender. Para que un diseño tenga fuerza debe ser innovador y conquistar al público desde ese primer encuentro entre espectador y producto.
Un diseño necesita ser tan visual y fácil de recordar como para que perdure en nuestra mirada, indiferente al paso del tiempo y a cualquier moda o tendencia. Gracias al buen diseño cubrimos una necesidad, realizamos una acción de mejora y ofrecemos soluciones.
Como creativos es crucial llevar a cabo un ejercicio de observación y de escucha de nuestro alrededor, para alcanzar el mejor de los resultados y ser realmente funcionales.
Breve manual del buen diseño: