La publicación de fotos en redes sociales es un asunto muy nuevo vinculado con el uso masivo de las nuevas tecnologías e internet. Por ello, son muchas las dudas que pueden surgir al respecto, especialmente cuando se trata de nuestros hijos: ¿podemos subir fotos de menores? ¿qué consecuencias puede tener para ellos? ¿qué dice la ley al respecto? Hablamos con la abogada Ana Belén Spínola para resolver todas estas cuestiones.
Fotos de menores en redes sociales
Según datos del estudio La violencia contra al infancia: ¿Sabemos proteger a nuestros niños?, hechos públicos en septiembre por la ONG Educo, un 54% de los padres ha colgado fotos de sus hijos en su perfil de whatsapp y en redes sociales sin ser consciente de los riesgos y poniendo en peligro la privacidad del menor. Para Ana Belén Spínola Pérez, abogada y profesora de Derecho Penal en la UNED, y tutora del Máster de prácticas de acceso a la abogacía de la UNED, existe una «sobreexposición» en las redes de los menores, tanto por parte de sus padres como por ellos mismos.
En opinión de la abogada, existe por parte de los padres «un afán excesivo por exponer a los hijos en un mundo donde todos, propios y extraños, pueden acceder a esas foto con intenciones muy distintas a las que tienen los progenitores cuando las suben». En ese sentido, aconseja pensar antes de publicar nada que donde nosotros vemos y compartimos un momento adorable de nuestro hijo, «otro ve a una potencial víctima de un delito», por lo que recomienda «ser cautelosos y pensar dos veces» antes de subir una foto de un menor a una red social.
En cuanto a las fotos subidas por los propios menores el riesgo es aún mayor, ya que según Spínola éstos «no tienen la cautela que puede tener un mayor de edad y, sobre todo, no son conscientes de la repercusión que puede tener la foto». Al respecto, reconoce que queda una gran labor por delante en materia de educación y concienciación, no solo en casa sino también en los colegios: «Concienciación en no sobreexponerse; concienciación en no compartir fotos que te llegan que pueden dañar el honor o imagen de otro; y concienciación en no contribuir con tu distribución a la posible comisión de un delito».
Una responsabilidad de los padres
Si bien los padres son quienes tienen la responsabilidad de proteger la imagen de sus hijos, ¿qué deberían tener en cuenta a la hora de subir una foto a cualquier red social?: «Que sea una foto que no atente contra su imagen, que sea decorosa y que no salgan desnudos en ningún caso. Un buen indicador es tratar de hacer un ejercicio metal de lo que pensaría su hijo dentro de 10 o 15 años al verla. ¿Es vergonzante?, ¿Podría atentar contra su derecho a la imagen? ¿Podría perjudicarle en algún aspecto? Como padres debemos contribuir a que la identidad digital de nuestro hijo no perjudique su futuro nunca», asegura la abogada.
Para este mes de noviembre estaba previsto en Austria el juicio por la denuncia que una niña interpuso contra sus padres por compartir fotos de su infancia en Facebook. Con 14 años, y tras abrirse una cuenta en la red social, la joven comprobó que sus padres tenían colgadas y compartidas con sus 700 amigos más de 500 fotos de su infancia. Desde entonces hasta ahora, que ya ha cumplido la mayoría de edad, les pidió sin éxito que las retiraran.
«La imagen de un menor está considerada como dato de carácter personal y por tanto sujeto a la máxima protección y el Convenio Europeo sobre el Ejercicio de los Derechos de los Niños firmado por España el 5 de Diciembre de 1997. En España la Ley de Protección de Datos fija que por debajo de los 14 años es necesario el consentimiento expreso de los padres para publicar imágenes de los niños», explica Belén Spínola.
Cómo actuar ante la foto compartida de un menor
Teniendo en cuenta todo lo anterior, ¿cómo debemos actuar cuando recibimos la foto compartida de un menor? ¿Podemos volverla a compartir? «Depende», contesta la profesora de Derecho Penal, que reconoce que una vez que nos llega la foto de un menor «entendemos que el que la ha subido lo ha hecho de forma voluntaria y con todos los consentimientos necesarios, el de los padres, respetando la normativa de la red social al respecto y etcétera», en cuyo cayo caso «no habría problema».
Aún así, nos explica la necesidad de tener en cuenta algunos matices. «Si se tratase de una foto que puede atentar contra el honor o la imagen de ese menor no hay que compartirla y debemos parar la cadena. Lo mismo si no sabemos si la foto ha sido subida con el consentimiento del menor o de sus progenitores». De continuar con la cadena, según Spínola, «estaríamos colaborando y siendo cómplices de la difusión de la imagen de un menor con conocimiento de que no existe tal consentimiento», algo que podría llegar a «ser muy grave», dependiendo de la foto y de «cómo la misma ataque a la intimidad del menor o a su imagen».
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¿Qué opináis vosotros sobre las fotos de menores en las redes sociales?